La pintura figurativa de Rosa Montoro se puede relacionar con el impresionismo. Sus pinceladas ágiles e impulsivas, van configurando sugerentes paisajes de intenso y variado cromatismo.
Su técnica evoluciona progresivamente e introduce nuevos recursos. En algunos cuadros incorpora materiales diversos que realzan su pintura, la dotan de relieve y dan la sensación de realidad tangible.
La artista capta, plasma e interpreta en sus lienzos la belleza de su entorno, el colorido y la luminosidad mediterránea, ofreciendo una visión personal que transmite dinamismo y vitalidad. Colocar un cuadro de Rosa Montoro en casa es como abrir una ventana a la naturaleza y a la imaginación.
Comentarios con motivo de la Exposición en Denia (1999)
Definir el arte, es como definir la vida misma. Consiste en esa búsqueda de la esencia de las cosas, en ese juego apasionado que me arrastra y me empuja hacia mundos diferentes carentes de tiempo y espacio; es el vacío de la mente sólo conducida por la intuición, por una especie de musa platónica llamada inspiración. ¿Definir el arte?, Es la razón de existir, a veces se traduce en una angustia vital vestida de impotencia que se convierte en la necesidad de salir al exterior mediante la transformación en diferentes colores, pinceladas, en una masa de óleo que intentas modelar con tus manos. Es la búsqueda del yo, de mí misma, de mi propia razón de ser, del por qué de mi existencia, de ese deseo de eternizar lo bello, lo que siento como mío y que la realidad intenta robarme con el paso del tiempo. Es una lucha contra el tiempo, contra la fugacidad de las cosas sobre todo la belleza. Ansia de inmortalidad y eternidad.
¿Qué‚ es el arte? ¿Es un sentimiento? ¿Es una obsesión? Es mi verdadera realidad, la que yo imagino, la que yo transformo, la que yo eternizo. Es un juego en el que se traspasa lo imposible, es el viaje a otra dimensión y fundirme con lo imaginario e irreal, lo imposible, lo que nadie es capaz de alcanzar. Es mi vida cotidiana tamizada con el ojo creativo crítico, triste, enloquecido, envenenado y atrapado por contradicciones vitales incapaces de realizar, y solucionar.
Encajonarme en un estilo determinado significa limitar o poner barreras a los distintos estados anímicos.
¿Soy impresionista? Quizá en mis paisajes, en algunas figuras me atrapa el impresionismo; pero no como un estilo definido y tajante, sino como una técnica que en un determinado momento me sirve para manifestar lo que escondo en mi interior. Nadie me ha enseñado la técnica impresionista, es mi propia naturaleza la que se deja impresionar en algunas ocasiones. El color, el juego del color es capaz de transportar nuestra mente e interpretar lo que nuestro conocimiento capta o imagina.